Nuestro desafío actual es educar transformadores críticos de la realidad en todos sus aspectos. Para esto necesitamos experiencias que la quiebren o establezcan nuevos hábitos de hacer circular objetos culturales en su interior.
FINES EDUCATIVOS
Entre las variadas funciones que encararemos como institución educativa están las de guiar a los niños para que logren:
1. Ser personas y sujetos sociales
Actualizando así el concepto de socialización, ampliando sus alcances hacia los procesos de apropiación de los contenidos de la cultura, centralizando la actuación en la acción educativa y en la comprensión de la realidad social en la que el niño vive, para ayudarlo a ser un miembro activo y partícipe de su propio medio.
2. Saber razonar y actuar moralmente
Los niños están sujetos a actuar compartiendo las actividades con otros. Por lo tanto, deben ser capaces de aceptar equivocaciones y lograr niveles de producción a través de la reflexión, así como ser respetuosos de las diferencias, con capacidad creciente para aceptar lo diverso y desarrollando actitudes positivas para con los demás.
3. Saber defender los derechos humanos y el medio ambiente
Los niños actúan partiendo de su propia realidad y de su entorno social y cultural, interviniendo con otros, con los otros, con los objetos y con los componentes naturales que están en su entorno. Por eso es importante enseñarles a vivir respetando los derechos del otro, siendo solidarios con sus pares y hacerles conocer la importancia de la conservación del medio ambiente a través del cuidado de todos los seres vivos que lo rodean.
4. Saber respetar y valorar el orden institucional y la vida democrática
A través de la convivencia y la comunicación con los demás, educarlos para que comprendan que vivimos compartiendo espacios y ámbitos que son de todos, y para que sepan defender y respetar los espacios comunes, acatando las normas establecidas, así como tolerando los deseos de la mayoría.